Siento que no sea una buena imagen, no he podido encontrar algo más profesional...esta botella es además diferente, con un cierre a la antigua usanza, como los de las gaseosas de antaño. Viendo el tapón dudaba de su eficacia, pensaba que no guardaría con garantía el preciado "pshhhhhh", ya me entendéis.
Es una cerveza alemana y del sur del país, de donde se supone que son las buenas, Munich no está lejos de Stuttgart.
Entrando en materia; la apertura es un abre-fácil de los de antes y es eficaz por lo visto, la cerveza se mantiene perfectamente y podemos disfrutar en cualquier sitio de una bebida que me ha resultado refrescante, suave, ligera....no he logrado sacarle alguna cualidad relevante que destacar, le falta quizás un poco de cosquilleo al pegarle un trago largo. Es, por tanto, bastante equilibrada, no destaca en nada pero tampoco flaquea. Con este tamaño, te tomas medio litro del ala que por lo menos te deja satisfecho, repetir con otra botella se hace más difícil en este caso, tienes que pensarte muy bien si quieres arrearte un litrillo y acabar un poco "tostado" (homenaje a mis amigos conquenses).