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26 sept 2014

Panamá, Balboa y Atlas.

Lo primero que quiero hacer es dar las gracias a esos esforzados viajeros que se acuerdan de uno cuando se están tomando una cervecita en algún país lejano. En éste caso, gracias Manolo, por permitirme probar estas ricas cervezas panameñas.

Lo segundo, esta prueba (la palabra cata es muy profesional para lo que yo hago) ha sido, como se puede ver en las fotos, con cerveza "enlatada", no es lo ideal, pero dado el tipo de cerveza que es, destinada a gran consumo y de producción masiva, no creo que suponga un gran impedimento. Viniendo de tan lejos y ocupando maleta y aumentando peso, sí que era el mejor envase, gracias de nuevo Manolo.

Me ha llamado la atención qué capacidad tienen estas latas, son de 355 ml. un poquito más de los 333 ml. a los que estamos acostumbrados en el viejo continente, e incluso a menos..., algún día os daré mi opinión sobre esas ridículas medidas que nos venden las cerveceras y a muy buen precio por cierto (para ellos, claro).

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Panamá

Lager, Muy transparente, de un color cercano a la sidra. Con pocas burbujas. Abundante espuma que sin embargo desaparece en segundos. Refrescante y en la línea de otras cervezas americanas, sabor muy suave, dulce y que no perdura en la boca.

Balboa
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Como la Panamá, muy clarita y "limpia", sidrera también, pero más chispeante, sobre todo al primer trago. También muestra una buena espuma al servirla en el vaso. No puedo decir mucho más: suave, un tanto dulce y que te refresca, quizás algo más "metálica" que la anterior, puedes tomarte otra rápidamente. No deja gran recuerdo en el paladar


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Más "nívea" si cabe que sus dos primas caribeñas. 
Pasa muy rápido, menos dulce, chispeante dos segundos. Es una Lager sólo de apellido, en nada se parece a las europeas. Trato de buscarle, paladeando, algún sabor y no encuentro nada, desaparece de la boca casi tan rápido como entra. Refresca y poco más.

No acabo de acostumbrarme a este tipo de cervezas, tan ligeras, suaves y transparentes (en color y en sabor). Supongo que responden al clima de los países en los que son producidas, que invitan a poner en el mercado bebidas frescas y muy fáciles de beber. Cualquiera de las tres la pones dentro de una botella de Coronita (lo digo por poner un ejemplo con una marca muy conocida) y pasarían por la cerveza mejicana para la mayoría del público.

Lo mejor sin duda, de estas amigas, es poder saborearlas recostado en una playa de arenas blancas mientras entornas un poco los ojos, cegado por el brillante sol del caribe... cocoteros y un mar turquesa de fondo.