Me ha llegado por navidad, como "el Almendro", pero me ha gustado mucho más que el conocido turrón.
No tengo nada en contra de el conocido ¿postre?, ¿aperitivo?, ¿desayuno?....yo he visto turrón a todas horas y a todas me ha parecido lo mismo, duro, muy duro, hay que desplegar un esfuerzo "mandibular" al que ya no estamos acostumbrados para poder dominar ese ladrillo. Yo, sólo de ver acercarse la consabida bandejita metálica con el mantelito bordado, blanco inmaculado, me entran unos sudores....pero, me estoy dispersando, yo estoy aquí para hablar de "mi cerveza".
Se están confirmando mis peores pesadillas, los hijos de la Pérfida Albión hacen buena cerveza...o a mi me gusta la que hacen, nunca se sabe. Claro, yo me la bebo más fría que ellos y este detalle mejora, creo, el resultado final.
Hoy, por ejemplo, no esperaba mucho de esta Hobgoblin, al pronunciar el nombrajo un poco más y me ahogo. Era un mal comienzo.
Sin embargo en cuanto he abierto la botella y me he servido el primer vasito (500 ml dan para varios) me han bailado los ojillos. El color dorado intenso, la espuma beis (beige que diría un francés)...me gusta. Es como un té hasta que le pegas el primer tiento, está casi igual de amargo pero la fuerza del alcohol (5,2º, bien) y las burbujitas te hacen saber pronto que es cerveza lo que te estás llevando al gaznate.
Tiene un sabor muy floral, amargo como he dicho, y también ahumado, dulce al final (muy al final, se me está acabando el último vasito).
Para terminar, creo que es recomendable. Una buena idea para probarla es compartirla, si no te gustan estas cervezas medio litro quizás sea una medida excesiva. Abres una botella, fresquita pero no helada (que aquí nos pasamos siempre) y te tomas unos tragos en buena compañía. A mi, personalmente, me parece que le van bien unas "manzanillas" con sabor anchoa para quitar un poco el sabor amargo.
La botella es muy bonita y ahora con el estreno del Hobbit diría que más, ya sabéis, en la línea de duendes, hadas y toda esa historia.
